martes, 24 de mayo de 2011

A 45 dias.....

Hoy a la noche los muchachos del Tour Andino hicieron la 2º reunión post viaje, y como mi día fue larguísimo terminé aterrizando en Angelin ya pasados los postres....
El reclamo con respecto al blog fue justo, y las escusas por mi esgrimidas ayudaron a que me surgiera lo que aun me faltaba para sentarme frente a la computadora.
Pero como lo primero es lo primero, continuemos con el relato en el punto en donde lo dejamos....
Potosí es una ciudad con mucho peso para nuestra historia latinoamericana. En ella como en ninguna otra, se ve reflejada la "barbarie" de los civilizados, y la codicia inmoral, que algunas veces el espíritu humano nos muestra sin lograr comprender demasiado los porque. Esa mañana contratamos un guía que nos mostró la ciudad y su historia, y desde el mirador contemplamos el Cerro Rico, los desechos del procesamiento de la plata y las historias aberrantes del sistema Mitayo con sus connotaciones sociales.
Al mediodía, después de caminar la ciudad, hacer compras y conocer la casa de la moneda con la historia del tesoro perdido en la fortuna mal-habida de don Francisco; nos fuimos a probar las delicia regionales. Como entrada nos comimos una sopa con choclos, cerdo y una piedra volcánica en el medio del plato a muy alta temperatura que hacía hervir el contenido. Todo muy picante!!! Como somos insaciables y deseosos de nuevas experiencias seguimos con un chicharrón de cerdo.... espectacular!!!
La salida de la ciudad fue complicada ya que generamos cierto desorden en el tráfico. Las calles eran angostas, muy empinadas y los citros estaban lentos para las subidas, cuando no también se paraban y requerían de algún que otro empujón para llegar arriba.....
Los caminos eran de montaña con cornisa (en muchas partes) y casi siempre de ripio. Hasta acá era una situación conocida, pero al agregarse una intensa lluvia y presenciar desmoronamientos de las laderas de las montañas nos pareció prudente frenar anticipadamente y no continuar hacia nuestro destino prefijado.
Camargo y su gente nos recibió cálidamente en el medio de la noche lluviosa, y después de ponernos "de acuerdo", nos tomamos unos vinitos y nos comimos unos pollitos a la parrilla.
José debía llegar al cumpleaños de su madre, (recuerdan a Pilar? una mujer excepcional, muy hospitalaria para con nosotros y de una capacidad de expresión escrita sorprendente) por lo que, acompañado de Guillermo partió a las 4 de la mañana rumbo a Tucumán, pasando por Tarija. El resto salimos a una hora mas cristiana.... y pusimos rumbo a Villazon- La Quiaca, dado que los vaqueanos nos cambiaron la información previa que teníamos sobre ese camino. Los paisajes que recorrimos eran de una belleza y unos colores sorprendentes. Las quebradas y sus cornisas, nos hicieron detener la marcha en varios puntos, para sentarnos a contemplar la magnitud de la creación y su naturaleza... Un descampado con un pasto muy verde y parejo, a la vera de un rió rodeado de arboles y algunas palmeras, fue un lugar ideal para soñar que algún día volveríamos para tirar las carpas....
Ver flamear la bandera argentina desde el lado Boliviano y después de tantos días de peripecias y aventuras por tierras de otros países (pero de una misma patria grande), nos llenó de emoción.
La aduana la pasamos con todos los papeles en orden y sin problema ( ya teníamos experiencia de sobra) y pusimos rumbo a los distintos destinos de cada uno.
Como corresponde a semejante viaje, la despedida no se podía dar en otro lugar que no sea en el medio del camino, a la vera de la ruta. Ahí me despedí de los hidalgos jinetes de las "Tornado"; en la bifurcación a Iruya, deje a Jost y Eva (Principito´s Fan Club....Gracias eternas!!!); y a los bocinazos y luces nos cruzamos con los"Ángeles Guardianes" de la Toyota, en proximidades de Jujuy.
La noche con mi hermano la hicimos en un paquetísimos hotel de San Lorenzo - Salta, y a la mañana siguiente Martín salió rumbo al aeropuerto para regresar a Buenos Aires......

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